Heli Austria GmbH encargó la construcción de arquitectura purista por un valor aproximado de siete millones de euros, que duró un solo año. El espacio se extiende por dos plantas. Además de las oficinas, aquí hay también talleres, almacenes, una sala de estar y zonas de descanso para el personal de rescate, así como un moderno hangar de mantenimiento y estacionamiento. Incluso un museo del helicóptero ha podido integrar en el concepto el estudio de arquitectura Urban de Innsbruck. Parte de las 180 personas de la plantilla se encuentra en la sede de Meran. Aunque ambos emplazamientos se encuentran a varios cientos de kilómetros de distancia, tienen un sistema de cierre común.
Con una llave electrónica blueSmart, basta para abrir todas las puertas, incluso las de taquillas, armarios o buzones. Heli Austria le da mucha importancia a este detalle, ya que "por ejemplo, los pilotos vuelan un día a Sankt Johann, después se trasladan al Tirol del Sur y deben poder acceder a las instalaciones allí también", explica Saskia Knaus, apoderada de Heli Austria.